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17 enero 2014

Emblemas de los maestros quiméricos


Maestro Serpiente:

Uno de los principales constituyentes de la Quimera sostiene como principios la resistencia y la velocidad, obteniendo de éstos como ventaja en el campo de batalla el poder ser el primero en golpear y el último en caer.
Instruye el combate a mano vacía, recordandonos que el origen de todas las armas radica en el propio cuerpo y nos enseña a sacar provecho de ésto sobre todo si nos llegan a desarmar.

Esto mismo nos exige un gran control de cada músculo que poseamos así como de mantener la conciencia sobre el espacio y nuestro alrededor, de manera que con la mínima fuerza aplicada obtengamos la mayor devastación. Lo que nos permite defendernos sin necesidad alguna de aditamentos además de obtener un mejor dominio de todas las armas sin importar la complejidad de su uso, prueba de ello es el combate con shen-bao que nos recuerda los movimientos ondeantes de una serpiente.





Maestro Cuervo:

Uno de los principales constituyentes de la Quimera sostiene como principios la visión y el ingenio, destacando la oportunidad de explotar en diversas formas las debilidades del oponente tan solo con el hecho de poner atención a los detalles.
Instruye el arte de la alquimia, que si bien puede servir para serenar el espíritu también puede ayudarle a superar sus propios límites explotando cada recurso de su ser.

Un mínimo conocimiento en el arte puede traer grandes beneficios en el campo de batalla al tener mente y cuerpo en la misma sintonía, sin embargo profundizar en el tema nos permite vislumbrar la posibilidad de alcanzar el espíritu guerrero, siendo que lo usemos para mejorar nuestras habilidades o incluso para ganar ventaja en el campo de batalla. Puede ser tan sencillo como una simple mirada o algo un poco más ígneo y explosivo.





Maestro Axolotl:

Uno de los principales constituyentes de la Quimera sostiene como principios la agilidad y la prudencia, importantes en el campo de batalla como fuera de éste, nos habla de esperar al último segundo posible para la acción considerando el siguiente movimiento propio como el oponente.

Instruye el tiro con arco, donde podemos obtener ventaja de a la distancia siempre que seamos rápidos con las manos y nunca olvidemos estar atentos a nuestro alrededor.






Maestro León:

Uno de los principales constituyentes de la Quimera sostiene como principios el coraje y el control, más complementarios que opuestos, nos permiten avanzar cada paso sin dudar a través del campo de batalla apartando con delicadeza aquello que protegemos.
Instruye el combate con daga y cuchillo, demostrándonos que toda fiera con grandes dientes puede caer con la más pequeña de las garras. 

Si bien al León no es como lo pintan a veces la victoria tampoco la es, puesto que de un momento a otro un paso en falso, sea de cerca o a la distancia, puede terminar con un pequeño corte en una zona vital. Incluso cuando la más grandes de las espadas ha caído, el pequeño cuchillo puede salvar el día.





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- Virtum Libertas -
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